24 de abril de 2007

El otro Sant Jordi

La rosa me miró con pétalos interrogantes. Cuando acerqué mi nariz para olerle la corola dialipétala, la flor estornudó salpicándome la cara de savia. Durante unos segundos nos miramos fijamente. Ella mis ojos negros, Yo sus pétalos rojos. Ella amenazante y defensiva, Yo sorprendida. Al tiempo sacó sus aguijones del tallo erecto pinchándome los dedos índice y pulgar. Yo increpé un gritito estúpido de dolor. Ella se asusto. Se erizaron sus hojas y hasta noté que levemente palidecieron sus rojos pétalos. Escondió entonces sus espinas. Dejé de presionar su tallo ... Me miró complaciente, la miré seductora y así estuvimos unos minutos. Posteriormente, con ternura, la metí en un florerillo con agua y una aspirina. Ahora más relajada, se inclinó hacía un lado buscando la complicidad de las espigas. Como un reo, espera resignada el día del “jardin final”.
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23 de abril de 2007

Día del libro

Hoy, que es el día del libro, quiero hacer un homenaje a una escritora que hizo una gran contribución a la sociedad con la fuerza de su palabra escrita.
En la actividad pacifista de la Plataforma 'Cultura contra la guerra' fue una de las protagonistas de la manifestación en contra de la guerra de Irak que tuvo lugar en Madrid el 15 de marzo del 2003 en la que leyó junto a José Saramago un manifiesto al finalizar la marcha en la Puerta del Sol.
Además, como integrante de 'Mujeres contra la guerra', viajó junto a otras representantes del mundo de la cultura a Irak con el objetivo de conocer de cerca la realidad de ese pueblo y manifestar su oposición a un ataque contra él.
Dedicó un poema en el libro “Homenaje a José Couso”.
Poeta y novelista, Dulce Chacón falleció a los 49 años, en diciembre del 2003. Dulce, un bonito nombre para una gran mujer.

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20 de abril de 2007

Apadrina una palabra

"La Escuela de Escritores y la Escola d'Escriptura del Ateneo de Barcelona quieren celebrar el Día del Libro proponiéndote una labor de amor a la lengua: apadrinar palabras en vías de extinción o, para predicar con el ejemplo y rescatar del desuso el término exacto que las designa, palabras obsolescentes".
Expongo aquí una inciativa que me ha parecido interesante y original. Apadrinar una palabra en vías de extinción. Así que pon a funcionar tu memoria, recuerda aquellas palabras que parecían inventadas por tu abuela y apadrinala. Ah y no dejes de echar un vistazo a las ya apadrinadas, verás como hay muchas que tenías perdida en el olvido y la rescatas... alguacil, alacena, zalamero, ganchillo... es un viaje a la infancia.


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17 de abril de 2007

Hay primaveras y primaveras

Me cogió por sorpresa el día soleado y creo que eso fue lo que me hizo ir a contrapié. Pese a todo, intente recubrirme como pude de los rayos solares y el exceso de claridad. Lo mejor hubiera sido enterrar la cabeza entre las hojas secas, pero una sensación plomiza me impedía mover cualquier extremidad. Así que me quedé allí tumbada, bajo las sábanas de musgo de mi guarida, buscando algún rincón fresquito.

La luz dio paso al calor hasta llegar un momento que se hizo insoportable seguir allí dentro. Como digo, me levante con el pie cruzado y de esta guisa salí de la osera. Por supuesto me dolía hasta el último hueso de mi enorme cuerpo y es que estar todo el invierno hecho un ocho, en menos de un metro cuadrado, no es como para levantarse bailando jotas.

Saqué el hocico y vi el campo florecido y un gran Arbutus unedo, vamos lo que los humanos conocen como madroños. Esto me dio ánimos para despertar de mi letargo. Se me abrió el apetito. No deje un arbusto con fruto. Soy incapaz de recordar cuántas bolas me comí, solo recuerdo que de repente empezó a darme unos retortijones la panza que no podía ponerme a dos patas y casi a ras de suelo volví a la madriguera de donde no tenía que haber salido ¡ Qué mal ratito pasé ! Ya te dije que empecé con el pie cambiado. Con los retortijones estuve por lo menos tres días. No sé, igual estaban los madroños caducados... Con esto del cambio climático.

El tercer día, ya con los dolores menos intensos, intenté salir nuevamente de la osera. Al sacar la cabeza sentí un golpazo tremendo en la nuca que vi pajaritos alrededor de mi nariz durante más de diez minutos. Una maldita roca se había desprendido de la montaña en aquel preciso momento... esto es lo que yo llamo mala suerte. Dejé de ver los pajaritos para dar paso a las más absoluta oscuridad. Creo que estuve sin conocimiento casi una semana. Yo me daba por muerta. Cuando se me paso el mareo me arme de valor y decidí franquear nuevamente la entrada. Lo admito, tenía miedo. Mientras me decidía y no, un ratón con cara de pocos amigos me miraba desde la entrada retándome a salir. El pánico me paralizó y así estuve un par de días, por lo menos, hasta que el amenazante ratón, supongo, lo intentó con otra presa.

Finalmente a las dos semanas de mi primer intento, salí nuevamente de la osera. Con cuidado de no padecer nuevamente un empacho, y cubriéndome la cabeza con las garras, comí vegetales lentamente e intentando coger los más digestivos, mi hambre todavía no estaba saciada, cuando pasó un oso muy macho, feo y peludo ya lo dice el dicho “el hombre y eso cuanto más feo más hermoso”, pues este era hermosísimo de feo que era... con sus ojazos negros y sus andares de galán de cine... me sedujo al instante... cuando con un gruñido sensual me dijo ... ¿Dónde vas con ese culazo morenaza? No tuve dudas en acompañarle a su osera de amor. Durante 9 días y 9 noches consumamos nuestra pasión. El décimo día el oso me abandonó dejándome desolada y preñada. Todos los osos son iguales.

Casi un mes estuve con náuseas, vómitos matutinos y mareos. Salía por la mañana un rato a recolectar algo que echarme a la boca y rápidamente regresaba a la cabaña del padre de mis osos a tumbarme y olvidarme del mundo osil.

Entre arcada y mareo pasó por lo menos un par de meses. Cuando quise darme cuenta empezaron a caer las primeras nieves otoñales y tuve que ponerme precipitadamente adecuar una nueva osera para pasar el invierno.

Y llegó el invierno y las grandes nevadas. Aquí estoy con insomnio, con hambre, con frío... entre una cosa y otra no he hecho la reserva de grasa que ahora necesito... y estos ositos no hacen más que moverse en la tripa.
Ya lo decía mi madre, hay primaveras que una no debiera despertar.

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10 de abril de 2007

Funny phones

Cuando creía haberlo visto todo en cuanto a consumismo aparecen los funny phones, qué vale, puedo entender que los adolescentes se cuelguen esos chupa-chups, ositos y demás complementos en los móviles, pero que los vendan para adultos, en plata de ley y a 50€... En fin, hay quién no sabe dónde gastar los “l’euros”... a ellos les recuerdo que hay algunas ONG interesantes.

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2 de abril de 2007

Los vasos

Un día el vaso Medio Lleno le dijo apesadumbrado y triste a su hermano, el vaso Medio Vacío, que estaba harto de ser el ejemplo de optimismo, de convicción, de fe , que no soportaba más esa responsabilidad. Que sabía que todo iba acabar mal y cualquier día se le caería lo que le quedaba de líquido. Quería ser como su hermano, un vaso medio vacío, pasar desapercibido.
El vaso Medio Vacío río divertido como era propio en él, y con ese carácter alegre y divertido que todo el mundo desconocía le dijo:
-Tranquilo, tu y yo sabemos la verdad y eso nos tiene que bastar. Por más que intentara demostrar que yo soy el vaso Medio Lleno, la gente me vería Medio Vacío... como cuando la Cigarra sacrificó el verano almacenando provisiones para el invierno y la hormiga se adjudicó el triunfo, por más que la Cigarra intentó demostrar la verdad, nadie le creyó.

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