El gato con botas
El gato con botas decidió prescindir aquella tarde de sus inseparables botines. Se calzó unas zapatillas deportivas negras, se vistió la camiseta de la cadavera y se adornó con cadenas y colgantes. Hasta media noche estuvo metido en aquella discoteca, bailando música siniestra y vacilando a las ratitas presumidas. Antes de que la carroza se convirtiera en calabaza, regresó a su casa para calzarse nuevamente sus botas. Tenía que seguir viviendo de su cuento.
Etiquetas: cuentos
entrada de echaita a las
4:19 p. m.
4 comentarios:
Pues entonces la que nunca más pudo vivir del cuento fue Cenicienta (la ceni pa los amigos)no? porque que yo sepa lo de la carroza que se convierte en calabaza era suyo, ¿o es que ya tienen precios tan populares que ya han llegado a la gran masa?¿o es que fue el regalo de esas navidades y yo ne me enteré???
En fin que la próxima vez que veas al gato ese le dices que mejor se vaya de botellón y que se pille un taxi como todo el mundo...
petonets.
Ayyy, que maco va ser parlar de sexe amb tu, em vaig sentir comodo, pensa que soc molt, pero que molt timid. jejejejeje.
Tornaras a vindre no? fem una cigarreta?
Un petó molt gros al morro. muaaaaaa
Jo també em vaig sentir molt còmoda amb tu, bé el moment preservatiu va ser una mica ejem, ejem... però només el primer moment, després em vas fer sentir ... molt bé. Per cert, no em vas semblar gens tímid, sinó tot el contrari. Jejeje. Per descomptat que vindre a fumar-me aquest cigarret amb tu, i si em convides, em quedo a dormir... Petonets en les orelles, conejín canalla...
Algo puede pasar en Terrassa el día 26 de Abril de 2007 / Alguna cosa pot passar a Terrassa el 26 d'abril de 2007.
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