Como ser presidente sin hacer el ridículo

No me gusta hablar de política, ya que mi blog no tiene este objetivo, pero hoy no lo he podido evitar.

El que quiere ser, a toda costa, presidente del Gobierno Sr. Mariano Rajoy Secretario General del Partido Popular más conocido como El PEPE, grabó un “video casero” que posteriormente envío a los diferentes medios de comunicación.
En el mismo y simulando al Rey de todos los españoles, en su mítico mensaje de navidad pide a los españoles que el próximo 12 de octubre "manifiesten con franqueza" su orgullo de ser españoles y hagan algún gesto "que muestre lo que guardan en su corazón" ya sea en casa o en la calle, de forma individual o con la familia y amigos. "Para que todo el mundo sepa lo que los españoles sentimos por España, y que sabemos proclamarlo sin aspavientos, pero con orgullo y la cabeza bien alta", añade Rajoy, quien concluye su mensaje deseando "un feliz día de la nación española".

No voy a negar que mi primera reacción al ver semejante imagen fue de perplejidad, Primero pensé ¡ Joer ya estamos en Navidad, cómo pasa el tiempo ! acto seguido me percaté del parecido razonable del Rey con Rajoy y cuando finalmente fui consciente de la realidad me entró un ataque de risa que todavía hoy me dura. ¡Qué arte tienes, Mariano !

Pues mire, Sr. Rajoy, sabe lo que le digo, que cada uno lo celebre como le venga en gana. Lo que los españoles queremos manifestar con franqueza y proclamamos sin aspavientos, es que estamos hartos y hartas de tanta política basura que no conduce a nada, que queremos que se hable seriamente y sin aspavientos de tolerancia y respeto, de convivencia, de paz, de los inmigrantes que llegan en patera o cayucos, hablemos de los derechos de los diferentes modelos de familias, hablemos de política constructiva, de aportaciones para toda la sociedad sin distinción de género, de sexo, de religión, de tendencias sexuales, hablemos de educación sin intereses políticos, , hablemos de la vivienda digna... Que hablemos y actuemos, Sr. Rajoy sin que cada palabra, cada discurso sea pura demagogia y campaña electoral.
Dejen ya de desenterrar una y otra vez el hacha de guerra y los fantasmas del franquismo.

Aplíquese el cuento de su antecesor : "No puede ir a más de tanta velocidad, no puede comer hamburguesas de tanto y además se le prohíbe beber vino; déjeme que decida por mí, en eso consiste la libertad" “Déjeme que beba tranquilo, mientras no ponga en riesgo a nadie ni haga daño a los demás". ( JM Aznar)
Pues eso, Sr. Rajoy, que lo pase usted bien y hasta luego, Lucar.

Feliz pedazo fin de semana. Yo me voy a buscar setas.