3 de septiembre de 2006

París

París que diferente suena ahora tu nombre.
Me pasa como contigo, que dulce me suena ahora tu nombre.

París... no en vano es el paradigma del romanticismo y el refinamiento.
Es un cúmulo de sensaciones pasear por sus calles llena de parisinos presuntuosos y perfumados, por sus boulevares llenos de historias, por sus barrios llenos de leyendas, por su río lleno de vida.

Ahora entiendo que María Callas escogiera esta ciudad melancólica y taciturna para recluirse con su soledad y quisiera quedarse el resto de su eternidad.

Elle brûle Paris avec moi à l'intérieur

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Ayyy Echaíta que envidia. Tengo tan buenos recuerdos de París que tus palabras me transladaron momentáneamente a la capital francesa. Gracias guapa.

4:51 p. m.  
Blogger Sandra Sánchez ha dicho...

Ahora que acabo de comer, me tomaría un cafetín en Montmartre sin prisa, disfrutando de una buena conversación...umm qué ganas!

3:18 p. m.  

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